12 Errores Comunes al Comprar una Máquina Envolvedora

Esta historia es muy común: por fin en la empresa se deciden a comprar una máquina envolvedora, llega el nuevo equipo y después de unos cuantos días se dan cuenta que no soluciona el problema.

Antes de tomar una decisión, asegúrate de no cometer alguno de estos errores al comprar tu máquina envolvedora:

1. Comprar la máquina envolvedora más barata:

Cuándo hablamos de productos para uso industrial generalmente el precio es reflejo de la calidad. Las máquinas envolvedoras extremadamente baratas lo son por una razón: acero muy delgado y poco resistente, funciones limitadas, componentes de mala calidad, sin opciones de programas de envolturas, garantía limitada y poca durabilidad. Si en tu empresa envuelven dos o tres tarimas a la semana compra la máquina envolvedora más barata que encuentres, pero si se va a usar de forma constante busca calidad más que precio. Simplemente revisa cuidadosamente la ficha técnica y asegúrate que estás comprando un producto que te va a durar muchos años. Hemos visto máquinas de buena calidad con más de 15 años de antigüedad funcionando en perfecto estado.

2. Tu máquina no tiene preestirador motorizado:

Recuerda que la gran ventaja de tener una máquina envolvedora es el ahorro en el consumo de película stretch que vas a tener. Si tu máquina no cuenta con pre estirador motorizado puedes dejar de ahorrar una gran cantidad de dinero. En nuestro artículo “¿Que es un Pre Estirador Motorizado?” te damos más detalles.

3. Tu máquina envolvedora tiene preestirador pero tu no lo necesitas:

Aunque parece que esto es contrario al punto anterior, hay ciertos casos muy específicos en los que no se recomienda un pre estirador. Aunque son muy pocos si se dan estas situaciones. En términos generales se trata de cargas muy pesadas que necesitan una gran contención de carga. Puede ser el caso de ladrillos, bultos muy pesados, sacos muy pesados, etc. Cargas muy pesadas y que se pueden apretar sin dañar la mercancía. En este tipo de casos, un pre estirador más que ayudar te puede perjudicar.

4. Que tu máquina envolvedora no se ajuste a tu carga:

En general, las máquinas envolvedoras modernas tienen muchas opciones y son altamente personalizables. Hay soluciones probadas y específicas para un gran número de cargas muy particulares: tambos, ladrillos, hojas metálicas, cargas redondas, rollos de metal, rollos de papel, cargas muy ligeras, cargas puntiagudas, cargas inestables, cargas demasiado pesadas, tarimas muy altas, muebles, etc. Con la máquina envolvedora adecuada podemos eliminar el flejado en la mayoría de las aplicaciones. La típica carga es de una tarima de 1.00 a 1.20 metro de ancho y largo con una altura menor a 2.00 metros y un peso menor a 1,500 kg. Si tu tarima no entra en este parámetro, entonces es un producto especial y hay que considerar una máquina envolvedora especial para ti.

5. El verdadero costo es la película no la máquina envolvedora:

No importa cuánto te ahorres en la compra de tu máquina envolvedora lo que verdaderamente tienes que considerar es el costo de envolver cada tarima. El consumo de película típicamente excede el costo de la máquina envolvedora en 3 meses o menos. Puedes comprar una máquina muy barata que no te dé el mejor rendimiento de película estirable y al final ese ahorro se convierte en un gasto. No compres una máquina sin tener una clara idea de cuánto te va a costar envolver cada tarima.

6. No tomar en cuenta la disponibilidad de la película stretch en tu mercado:

Entonces, encuentras la mejor máquina, con el menor costo de envoltura. ¿Pero ya te aseguraste que en tu mercado se fabrique la película que requieres? Este es un error muy común: compras tu máquina en Estados Unidos o Europa pero resulta que tu planta está en Nicaragua y no hay forma de conseguir el material en un plazo de tiempo y precio razonable. Antes de comprar la máquina envolvedora habla con tus distribuidores locales de película stretch para asegurarte que efectivamente tu producto va a estar disponible. Si es necesario, organiza una reunión con el proveedor de la maquinaria y el proveedor de la película estirable para que juntos busquen una solución que se adecue a tus necesidades.

7. Miedo a la automatización:

Una máquina automática es más cara que una semi automática. Pero no te asustes por el precio, si de verdad requieres una máquina automática generalmente se va a pagar sola la inversión extra. Es comprobado que el error humano es la causa número 1 de gastos innecesarios a la hora de envolver tarimas (quizá en la mayoría de los procesos industriales de hecho). Si tu consumo es superior a las 3 toneladas mensuales de película stretch hay que analizar seriamente un proceso totalmente automatizado. Hay soluciones muy complejas pero también hay algunas sorprendentemente sencillas.

8. No tomar en cuenta el medio ambiente de trabajo:

Aun la mejor máquina envolvedora no va a funcionar adecuadamente en un ambiente extremo. Si tu fábrica o bodega es extremadamente húmeda, caliente, fría o tiene un exceso de polvo tienes que buscar una máquina que no se dañe por estos elementos. Una máquina muy buena en un ambiente lleno de polvo fino, como podría ser el caso del cemento, va a tener muchos problemas si no cuenta con ciertas modificaciones de aislamiento en los controles del equipo.

9. Comprar una máquina y los operadores hacen sus “ajustes”:

Esto también lo vemos muy seguido: se compra una máquina nueva y a los pocos días la gente que opera el equipo le comienza a hacer mejoras, mover los controles en cada ciclo de envoltura, hacer “cuerdas”, “nudos” y a estirar la película con la mano en la parte inferior y superior de la tarima. Si esto sucede, tenemos una mala noticia: no compraste la máquina adecuada. Es por esto que es importante que la persona que toma la decisión de compra esté perfectamente enterada del procedimiento de envoltura y conozca del tema. Los operadores generalmente no hacen estas modificaciones al proceso con malas intenciones, lo hacen porque el equipo no se adecúa a las necesidades de la carga.

10. Comprar la máquina más bonita:

En la mayoría de los equipos de uso industrial, lo bonito o feo de un equipo pasa a segundo término. Hay muchas máquinas que tienen un “cascarón” muy bonito pero el interior de la máquina es frágil y con componentes de mala calidad. Hay que revisar esto a detalle y comparar varios equipos. Toma la decisión en base a las especificaciones técnicas del equipo y no tanto a criterios estéticos.

11.  Comprar por la marca de la máquina envolvedora:

Efectivamente, hay marcas muy reconocidas en el medio de las máquinas envolvedoras de película stretch. Pero lamentablemente no significa que estas empresas sean las mejores en todo lo que hacen. Muchas de estas empresas tienen sus especialidades y en otro tipo de equipos no son muy buenas. A veces tienen máquinas muy baratas que ni siquiera las fabrican ellos mismos y son maquiladas en Asia. Lo cuál no necesariamente es malo pero vas a pagar un sobre precio injustificado. Una vez más, no te guíes tanto por la marca o el país de origen. Hay marcas muy buenas que hacen equipos muy malos, hay máquinas chinas muy buenas y europeas muy malas. Todo depende de tus necesidades.

12. Comprar más de lo necesario:

En tu empresa tienen un gran presupuesto y una gran producción. ¿Pero realmente necesitan una máquina que envuelva a 55 RPM? Esto suena muy bonito, pero si no necesitas una producción tan exagerada, te garantizamos que este equipo te va a dar muchos dolores de cabeza. A veces es mejor comprar dos máquinas que una demasiado rápida. Revisa también que no caigas en el problema del punto 6. Una máquina debe de adecuarse a tus necesidades y no al revés. Es bueno comprar máquinas rápidas y sofisticadas pero si realmente no las necesitas puede ser un gasto innecesario. No solo un gasto en la compra del equipo, también un gasto en el mantenimiento del mismo.

Nosotros en Packsys recomendamos ampliamente el adquirir estos equipos para envolver tarimas. Si tienes dudas o te podemos ayudar en algo comunícate con nosotros y con gusto te asesoraremos seas o no nuestro cliente.

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