PVC: Policloruro de Vinilo.
La historia del PVC se remonta a 1835, año en el que su descubridor Justus Von Liebig provoca una reacción en el componente llamado di-cloro-etileno al ser mezclado con el elemento químico del potasio. Sin embargo, esta fusión no adquirió un uso efectivo hasta la década de los 20, cuando un científico que trabajaba para la compañía Goodrich buscaba un substituto del caucho que fuera eficaz, descubriendo la manera de convertirlo en flexible y manejable. Dadas sus posibilidades, en el año 1926 se empieza a comercializar en Alemania en forma de cortinas para baño e impermeables, y ya en la década de los 30, Estados Unidos se suma a la utilización del PVC en diversas aplicaciones de tipo industrial. El PVC empieza a adentrarse en el mundo del automóvil en los años 40, creándose capotas de vinilo, y durante la Segunda Guerra Mundial se recomienda su uso como refuerzo militar. La industria del entretenimiento no se queda atrás y durante la década de los 50, el PVC es utilizado para producir discos de acetato de vinilo. Además, precisamente durante este periodo son cinco las compañías que rivalizan en la fabricación de este material, y ya en la década de los 80’s las empresas dedicadas a su elaboración se cuadriplican, dando lugar al mayor desarrollo industrial y comercial del PVC.
Aplicaciones Modernas del PVC
Son innumerables los usos que hoy en día se le da al PVC. En la industria de la construcción, por ejemplo, se suele utilizar en la producción de ventanas, puertas, zócalos, paredes, papel para pared y tubos de agua potable entre muchos otros productos. En la industria del envase, empaque, embalaje o packaging se suele utilizar para la fabricación de frascos, botellas de agua, botellas para jugos, blíster y películas. De igual manera, es un componente que interviene en la fabricación de diferentes muebles de jardín y piezas como rieles o burletes. Este material también ha sido muy utilizado para facilitar el aislamiento y recubrimiento de cables de electricidad y electrónica, así como para la preparación de aplicaciones médicas formando parte del calzado, vestimenta y accesorios de laboratorio como tubos, catéteres y bolsas para sangre. En las tarjetas de crédito y algunos productos de librería también está presente, así como en la tapicería, apoyabrazos y paneles al servicio de la industria automovilística.
Las ventajas de su uso son incontables y en la actualidad su manejo resulta imprescindible, sin embargo, existe una controversia bastante mediatizada con respecto a uno de sus componentes considerado bastante peligroso, el dicloro etano, pues es un tipo de elemento altamente flamable, cancerígeno y explosivo. El debate sería si su uso resulta contraproducente teniendo en cuenta todas las posibilidades y alternativas que nos ofrece, facilitándonos nuestro día a día de forma encomiable.
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